Está situado en la entrada al pueblo desde Huelva capital, por la carretera nacional. Data de 1766, cuando se decidió construir un pozo para cubrir las necesidades de agua de la población. Se desconoce el origen de su nombre, que aparece por primera vez documentado en 1770. Fue convertido en fuente en 1953 y tiempo después ésta desapareció, quedando en pie tan solo el monolito, aunque ha sido reconstruida recientemente.
Destacan la cruz de forja y el azulejo de San Juan Bautista (1845), tiroteado en los primeros días de la Guerra Civil y recompuesto gracias a vecinos de la localidad.