Este “paraíso sanjuanero” es un entorno natural único junto al río y las antiguas salinas en el que disfrutar de la naturaleza, el aire libre, la tranquilidad… Un lugar perfecto para la práctica deportiva o pasar una jornada de entretenimiento.
Se trata de un espacio enmarcado en el estuario y marismas del Tinto, que nos acerca el agua del Atlántico en cada subida de marea, siendo una de las pocas representaciones de este tipo de hábitat en Andalucía.
La zona de Marismas y Ribera del Tinto y la del Estuario del Tinto pertenecen a la Red Ecológica Europea Natura 2000 y están declaradas como ZEC (zona especial de conservación).
En la zona se encuentra el Muelle del Tinto, un lugar emblemático para los sanjuaneros por la importancia que tuvo para el municipio la actividad marítima en siglos anteriores. A través de él se exportaban los minerales que llegaban a la localidad desde la sierra onubense gracias a la compañía de ferrocarril del Buitrón. En el periodo de 1905 a 1919 dicha compañía llevó a cabo una renovación del ferrocarril y la modernización del muelle: se amplió el embarcadero hacia el río, construyendo un pavimento sobre pilotes de madera, pudiéndose observar en la actualidad parte de la infraestructura que ha permanecido en nuestro muelle. La compañía adquirió además varias grúas, una de ellas fija de la cual se conserva la base.
La llegada de agua salada con las mareas propició que, desde hace siglos, se desarrollara en San Juan la industria salinera, controlada por la Casa Ducal de Medina Sidonia en los siglos XV y XVI y situada en una zona de explotación algo alejada de las salinas que hoy se conocen. Más recientemente, en el s. XX, la zona de salinas explotada pasó a ser la que podemos observar hoy en día, junto al muelle del Tinto. La empresa que se dedicó a ello era conocida como “Los Astures”, llamada así por ser su dueño asturiano, Don Antonio Sánchez Allende-Valldor. Hay constancia de la existencia de esta empresa en San Juan desde, al menos, los años 30 del siglo pasado. Durante varias décadas tuvieron grandes niveles de producción, hasta que en los años 70 comenzó su decadencia, probablemente por la reducción de caudal del popularmente conocido como “Caño de San Juan”, desde el cual llegaba el agua a las salinas.
Flora y fauna
En cuanto a fauna destacan las aves, entre las que podemos citar el águila pescadora, varias especies de aguilucho, el Chorlitejo patinegro, el archibebe, además de cigüeñuelas, varias especies de ánades y garcillas.
Las plantas de este tipo de hábitats son halófitas, es decir, resistentes a la sal, y podemos destacar los juncos marinos, la enea y la salicornia o espárrago de mar, muy usada en la alta cocina.
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