Su origen se remonta al s. XVII, fecha en la que se edificó la ermita original, aunque se realizaron modificaciones en su fachada a finales del s. XX. La ermita, sencilla a la vez que encantadora, debe su nombre a la valiosa Virgen de los Remedios (s. XVI), de autor desconocido, que conserva en su interior. Así mismo, en ella puedes admirar las tallas de Nuestro Padre Jesús Cautivo, Cristo Resucitado y Ntra. Sra. de la Esperanza.